La semana pasada visitamos una de las nuevas 7 maravillas del mundo, Chichén Itzá. Viajamos en el Tren Maya, que es conocido por su comodidad y vistas panorámicas. El viaje fue muy agradable y rápido.
Entonces, tomamos un buen café para despertarnos y prepararnos para el día. Luego llegamos a Chichén Itzá, justo a tiempo para la apertura.
Ya habíamos oído hablar mucho de ella, pero no teníamos ni idea de lo grande que era. Además de la famosa pirámide de Chichén Itzá, también se pueden ver otras ruinas y estructuras antiguas, como el Juego de Pelota y el Observatorio.
Dimos un paseo por el recinto y admiramos los escalones y detalles arquitectónicos a ambos lados del camino. Nos sorprendió la cantidad de detalles y la grandeza del lugar.
En resumen, fue una experiencia increíble e impresionante. Decidimos seguir a un guía para obtener más información e historia sobre las estructuras y la cultura maya. El guía nos explicó los significados de las esculturas y la importancia de los edificios. Nuestro guía nos mostró un experimento: cuando aplaudía, oíamos un eco y un ruido como si viniera de lejos. Desafortunadamente, ya no podemos subir a la pirámide, pero la vista de abajo ya era increíble.
Cenotes cerca de Chichén Itzá
Hay muchos cenotes cerca de Chichén Itzá, que son formaciones naturales de agua cristalina. Decidimos ir a «Ik Kil», un cenote absolutamente magnífico, que parece casi irreal. El agua es de un azul profundo y rodeada de vegetación exuberante. Nos dimos un refrescante chapuzón en el agua, que estaba a la temperatura perfecta.
En este cenote, había escalones por los que se podía saltar y disfrutar de la adrenalina. Nos lo pasamos muy bien nadando y explorando el cenote.
Después, cogimos el Tren Maya para volver a casa, llenos de recuerdos maravillosos y con muchas historias que contar. Fue un día perfecto y muy enriquecedor.
