Por: Lorena Domínguez
El plagio es algo que ha causado controversia a lo largo del tiempo. Ahora no sólo se ha vuelto una “moda”, sino que cada vez es mayor el índice de personas que lo realizan. No solo estamos hablando de estudiantes, también de gente muy importante, como políticos, empresarios y hasta profesionales.
Hacer plagio es robarle y quitarle todo el esfuerzo, dedicación y trabajo de alguien más. Muchas veces no sabemos hasta dónde nos puede llevar éste, ya que no nos percatamos de el error tan grande que estamos cometiendo, uno que nos puede llevar hasta la cárcel. En ese sentido, la multa puede llegar a ser de veinte hasta mil salarios mínimos, que a pesar de pagarse, no evita que se cierren todas las puertas laborales. El plagio acaba con el prestigio y con toda una carrera.
En las universidades mexicanas, el paraíso del copy paste, como unos lo llaman, se ha vuelto al incontrolable para los maestros. Se han tomado medidas para controlar y parar esto, pero aún así lo siguen haciendo.
Sabemos que es plagio cuando se toman ideas o palabras de otros, cuando presentas un trabajo como tuyo cuando en realidad no lo es y reproducirlo como si fueran propios. También ocurre plagio al no citar la fuente de donde tomamos la información.
Se han expulsado a muchos alumnos de universidades gracias a este problema, y aún así, los universitarios lo siguen cometiendo. La mayoría de las veces es porque le tiene miedo al fracaso o a las malas calificaciones.
El plagio se vuelve un hábito que, si no se corrige desde pequeños, es muy difícil que lo puedas cambiar, mas no imposible.
Fuente de la imagen: http://www.jrmora.com/blog/wp-content/uploads/2011/01/060111-plagio.jpg