Bravo México. Bravo Guadalajara. Después de dos intensas semanas terminaron los Juegos Panamericanos realizados en la perla tapatía y los resultados han sido de orgullo. 42 países, 42 aplausos. Todo un continente se despidió de Guadalajara para darle la bienvenida a Toronto, próxima ciudad que recibirá los Panamericanos en el 2015. Dos semanas donde se vivieron lagrimas de alegría, de tristeza, de rabia, de impotencia, de coraje… Donde evidentemente no representan la emoción de unos Juegos Olímpicos pero sí la disputa por ver al mejor de un continente. Del continente más nuevo que además de demostrar en su mayoría una unión por el idioma, lo demuestra con gestos deportivos entre sus competidores.
México logró algo histórico: obtener 42 medallas de oro. La meta eran 24 y como ya es comentado por todos los rincones del país, solo se invirtieron los números. La delegación azteca obtuvo 42 preseas doradas, 41 de plata y 50 de bronce para un total de 133. Sin duda algo que celebrar. Pero también nos pone a reflexionar. ¿Es esta nuestra realidad? Por supuesto que no. Claro que vamos por el camino correcto. Se está trabajando bien y por fin se está implementando ese ADN ganador que tanto hemos sufrido históricamente. Tuvimos un verano de ensueño en el futbol siendo campeones de la Copa de Oro, campeones del Mundial Sub 17, tercer lugar en el Mundial Sub 20 de Colombia, logrando un primer triunfo en un mundial femenil y exportando jugadores como nunca antes.
Sin embargo, no estamos aún para salir a las calles a celebrar con aires de grandeza y viendo al resto del mundo del hombro para abajo. No. Odio ser aguafiestas pero me gusta ser más realista que soñador. En el futbol estamos avanzando y vamos a pasos moderados. Prueba de esto, lo que dije anteriormente y la jamás esperada medalla de oro en futbol Panamericano. Cierto que nuestra delegación finalizó en la cuarta posición. No por esto quiere decir que vayamos a hacer lo mismo en Juegos Olímpicos…es más, ni siquiera en los siguientes Panamericanos.
Y vamos por partes. Cierto también, fuimos locales. Esto da una ventaja con el apoyo del público. Pero en el deporte no se gana por quien te aplauda más fuerte. Claro que es un impulso el tener a tu gente detrás de ti, pero también la realidad es que existe mucho más facilidad enviar más participantes en cada disciplina. Al ser locales, tuvimos mucho más deportistas de los que se enviaron en la edición pasada en Río de Janeiro o incluso los que se mandarán a Toronto.
Por ende no quiere decir que vayamos a traer las mismas preseas de Londres 2012. Tomar en cuenta que en varias disciplinas donde se ganó oro (raquetbol, squash, por mencionar algunas) no son deportes olímpicos. Sí nos lamentamos ya que Paola Longoria, solamente ella, ganó 3 medallas de oro en Raquetbol y sin duda es la número una del mundo. Tomar en cuenta que en Gimnasia, cierto que se ganaron 5 medallas, pero ahora vendrá China, Rumania, Rusia… que sí son potencia. Futbol con las mejores selecciones, esto es tema ya tocado y cerrado. Atletismo que tendrá a Jamaica y Estados Unidos con sus mejores atletas. Natación que es sinónimo de medalla para los norteamericanos. Beisbol que contará ya los asiáticos Corea y Japón. Basquetbol con España y Serbia compitiendo, Hockey con Finalndia y Rusia, Balonmano con Francia, Pesas con Armenia…en fin.
De acuerdo. Lo bailado nadie nos lo quita. Locales o no, cantidad de atletas o no, ventaja o no, tenemos 42 históricas medallas doradas. Un aliciente para los siguientes eventos deportivos. En los Juegos Centroamericanos y del Caribe somos el número uno. Ahora vamos por los Panamericanos y ¿por qué no? Pensar en las Olimpiadas. Somos humanos y tenemos las mismas capacidades. Nadie es imbatible. Todo está en el trabajo y en la disciplina. Alguna vez escuché a alguien decir que no éramos potencia en el deporte por cultura. ¿Cultura de quién? Lo que darían muchas naciones por tener nuestra gastronomía, nuestras playas, nuestro folklor, nuestras selvas, nuestras tradiciones, nuestra historia, nuestras mujeres, nuestro clima, nuestra sonrisa, nuestra actitud, nuestras ganas de mejorar día a día, nuestro esfuerzo, nuestra unión…
Somos un país de trabajadores. De rompernos el alma cada día. De levantarse temprano, de enfrentar terribles realidades cada día… pero de mirar al sol y seguir adelante. Estos Juegos Panamericanos nos dejarán una realidad a futuro, sí. Pero un sentimiento cómo dice la trillada porra “sí se puede”. De que también somos grandes y que ya no estamos para ser el escalón de nadie. Le deja a la CONADE un compromiso para seguir trabajando y seguir dándonos motivos para seguir luchando cada uno por nuestros sueños. Porque los sueños, no solo sueños son. Querer es poder.
Imposible no es. Difícil, sí. Pero paso a pasito se llega siempre. Se demostró una organización Panamericana de primer mundo. Instalaciones de grandes. ¿Por qué no competencias de gigantes? Vamos, México.
Vamos México… Sí se puede y se podrá!!
Excelente artículo Juan Carlos