Mucho se ha dicho sobre el futuro de la televisión mexicana frente a su nuevo gran competidor: el Internet y sus derivados como lo son las redes sociales.
Pero, ¿realmente las redes sociales, la televisión vía Internet y parecidos puedan derrumbar el dominio de la televisión abierta en México?
A simple vista se puede decir que este fenómeno (el derrocamiento de la televisión abierta mexicana) no va a suceder, y si sucede no será de manera inmediata, ya que el grueso de la población con acceso a la televisión abierta es mucho mayor, que el de las personas que pueden adentrarse a la internet. Pero esto no es del todo cierto.
Los que nutren de ingresos a la televisión son los anunciantes; y ahora vemos una gran tendencia de migración de estos hacia el ciberespacio. En realidad el fenómeno es muy sencillo de explicar: este nuevo mundo (internet) ofrece al mercado de la publicidad una mayor segmentación y por ende les es mucho más fácil llegar al público (a los consumidores).
Entonces, la televisión mexicana podría tener su debacle muy pronto; pero al decir que caerá no me refiero a que la veremos caer del todo o que ya no ejercerá ninguna influencia sobre un gran sector de la sociedad. Lo que veremos en los próximos años será una reducción de anunciantes y por lo consiguiente menor producción de programas, es decir menores ingresos.
Lo anterior sólo es en el ámbito económico, el de los anunciantes (problema que vive y vivirá la televisión mundial), pero en la televisión mexicana se vive otro fenómeno que no hay que menospreciar. Estamos hablando del desprestigio que están viviendo las grandes televisoras mexicanas, saldo que dejaron las pasadas elecciones y las movilizaciones de los estudiantes que exigían y exigen la democratización de los medios.
¿Ahora podemos entender el porqué del miedo de los anunciantes y de las televisoras?
No es fácil el panorama que vive la televisión mexicana (en especial la tv abierta), para ejemplificar esto mencionemos a los Juegos Olímpicos. En esta cobertura deportiva tanto Televisa y Tv Azteca tuvieron bajos niveles de rating, su salvación fue la victoria de la Selección Mexicana de Fútbol, que fue el oasis en desierto para las televisoras. Pero imagínense si no hubiera llegado el Tri a la final olímpica, el enojo de los anunciantes caería sobre las televisoras.
Aunque las cosas se hubieran regularmente equilibrado al final, eso no quiere decir que no se espere el castigo de los anunciantes a las televisoras, pero tampoco es el apocalipsis de Televisa y Tv Azteca. Lo que si veremos es un paulatino alejamiento del público a otro medio, como lo que pasa con la radio y con la prensa escrita tradicional, pero también en el internet estamos viendo como los otros medios están migrando hacia ahí.