Dentro de cada crítico existe un fanático teniendo una lucha mental en cuanto a la manera en la que publicará sus opiniones. La única diferencia entre los críticos de profesión y la gente regular es que los críticos reciben un cheque por cada opinión que publican. Me considero un crítico aficionado pero me tomo mis opiniones muy en serio. La opinión que usualmente publico es respecto a como nos sentimos en el momento que la publicamos y es realmente ridículo pensar que mi línea de pensamiento permanecerá igual por siempre. Yo he tenido veredictos en el pasado que realmente han cambiado de una forma considerable. Año con año, nuestras opiniones evolucionan, nuestro gusto evoluciona.
Piensa en cualquier álbum de música que consideres un clásico para ti. Piensa en cuanto tiempo te tomó sentirlo como un clásico PERSONAL. Cuando yo hago una reseña de algún material realmente trato de dar a entender que lo que yo diga es mi opinión del momento. Se me hace increíble que existan personas que pueden escribir una reseña después de haber escuchado un álbum completo diez veces. Yo nunca me siento seguro de hacerlo tan rápido, tengo respeto por cada pieza pero sobre todo por un grupo de canciones juntas en lo que llamamos un material discográfico que se concibe como una pieza de arte.
Los fanáticos opinan de manera instintiva y visceral, realmente lo considero algo sincero pero a la vez plagado de predisposición a que les tiene que gustar. Como crítico tienes que tomar un rol completamente distinto. De cualquier manera que escojas realmente al final del día sigue siendo una opinión. Alguna pieza que no te guste en lo absoluto hoy puede ser un clásico para ti el día de mañana. Hay que respetar realmente a quien sea que escucha música y tiene una opinión al respecto, ya sea el escucha que se dedica a los álbumes «complejos» o el escucha casual que presta oídos a lo que le venga en gana.
El concepto general del llamado «audiophile» o del «escucha serio» es algo de lo que a veces no te puedes esconder por tener una opinión propia y sin dudas. Hay algo que siempre he pensado, un álbum catalogado como un clásico que todo el mundo TIENE QUE ESCUCHAR es algo que considero absurdo. Hay gente que escucha los clásicos una sola vez e inmediatamente dan su opinión que no es realmente una opinión consolidada, es más bien su primera impresión de una obra de arte compleja pero por el hecho de que es considerada un clásico emiten un juicio plástico que conlleva a su aceptación total.
Los tiempos cambian, recuerdo con exactitud los comentarios que me daban acerca del álbum «Showbiz» de MUSE en 1999. Eran comentarios terribles, usualmente haciendo alusión a que era música que nadie “normal” escuchaba. Muse en 1999 no era lo que es hoy obviamente, 13 años después están hasta en sagas como «Twilight» o sonando en tu plaza favorita como «Galerías». Esto lo único que me dice lo que se escucha es lo que está de moda. Las mismas personas que me decían eso ahora van a los conciertos de Muse y su opinión ha cambiado radicalmente teniendo como base la aceptación global del grupo, se sienten parte de algo al decir que también a ellos les gusta. Van con la moda y no con el gusto personal.
En conclusión, es tu propia opinión la que hace que la música que escuchas sea aceptable para ti. Tú decides si el artista ha hecho una obra maestra o un pedazo de basura. No leas o dejes que influencien lo que escuchas en base a la opinión de otra fuente o en base a los llamados clásicos que tienes que escuchar. Lee y escucha las opiniones pero decide tú. Forja una opinión personal y desarrolla un gusto musical.
No seas un borrego con una opinión plástica, antes de juzgar la música escucha, siente, presta atención y sobre todo genera tu propia inclinación musical en base a ti mismo. No te dejes guiar por completo. Solo disfruta y desarrolla tu propio gusto.
