Existe la transparencia en una nación cuando el gobierno permite que el pueblo conozca cada una de las inversiones que hace o decisiones que toma, cuando se nos da el acceso a la información gubernamental.
En México hay transparencia, según lo que dicen gobernadores, diputados, senadores y el presidente, pero muchos de ellos simplemente no pueden negar que hay mucha información que nunca pasa por los medios de comunicación.
El IFAI es una institución al servicio de la sociedad que se encarga de difundir el derecho que tenemos a estar conscientes de todo lo que gira alrededor de nosotros en el gobierno. Esta misma responde a dudas que tengamos sobre todo lo que se refiere al paradero de los impuestos que pagamos. Podemos localizar esta información en el sitio www.infomex.org.mx . Así mismo, como ciudadanos tenemos la oportunidad de enviar a revisión documentos que no nos parezcan lo suficientemente claros.
En el 2003 comienza a ejercer la Ley Federal de transparencia y acceso a la información pública. Cerca está de cumplir una década desde que apareció esta ley. y sin embargo estamos muy por debajo de la transparencia. Me atrevería a decir que ni siquiera la hemos alcanzado.
Muchas comunidades en el país no tienen energía eléctrica o una computadora para estar informados sobre lo que acontece dentro de los gastos del gobierno federal. Lo que sí tienen son gobernantes corruptos que piden y piden dinero. Invierten en pequeñas infraestructuras que dejan mucho que desear y presumen de haber gastado millones de pesos, cuando realmente lo que construyeron no vale ni la mitad de lo que presentaron en gastos.
En México sobran quienes prometen hacer el cambio en la sociedad y no lo cumplen. Abundan los políticos mentirosos. En México falta carácter, nos hace falta sentir el orgullo de pertenecer a esta República. Necesitamos ese “algo” que nos mueva para pedir a gritos que los medios de comunicación publiquen la verdad. Falta la TRANSPARENCIA por parte del gobierno. Falta amor por el país.
Una sola organización no puede informarnos a todos los mexicanos qué es lo que ocurre con nuestro dinero invertido y en dónde acaban todos los préstamos que piden los gobiernos estatales y el federal. Si pretendemos que se haga un cambio de la noche a la mañana, debemos saber que estamos muy equivocados. El que no pide no recibe.
