Equipo de Investigadores desarrollan un material electrónico, flexible y biodegradable que tiene aplicaciones médicas.
John Rogers, científico de la Universidad de Illinois, y FiorenzoOmenetto, biomédico de la Universidad de Tuftus, son los líderes del equipo de investigadores que comenzaron este proyecto en el 2008 basándose en las técnicas de la llamada “electrónica transitoria». Esta tecnología puede ser utilizada para una amplia gama de productos, beneficiando al medio ambiente y al organismo. Utilizar este material como implante médico genera menos desecho electrónico y evita que dichos implantes tengan que ser removidos quirúrgicamente, ya que al contacto con el agua se puede deshacer dentro del cuerpo; esto una vez que hayan cumplido su función.
El material, con el cual dicen ahora se puede crear cualquier aparato electrónico u óptico que se disuelva, se logró a partir de la combinación de electrónicos flexibles hechos de silicona y seda biocompatible. Las propiedades de la seda combinadas con el ancho de la silicona hacen posible que los investigadores controlen la rapidez de degradación.
El equipo trabaja actualmente en la aplicación de los materiales.
Datos interesantes
Para hacer hojas, la oruga modula proteínas de seda, y es cuando sucede esto que se produce la seda utilizada en el material.
Para controlar el momento en el que se degradan las proteínas de seda tuvieron que cambiar las condiciones del proceso.
La circulación eléctrica se logra al integrar la silicona en los circuitos con diodos
La silicona tarda mil años en disolverse en condiciones normales, pero las membranas de silicona utilizadas miden 100 nanómetros de ancho. Se disuelven 4.5 nanómetros al día.
Utilizaron magnesio para las conexiones eléctricas, así el circuito se desintegra completamente.
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Transient Electronics
Dissolving Electronics