Un día me enteré de tu llegada, no podía con la ola de emociones que en ese momento sentí. Tu papa y yo no podíamos con la espera, de esta forma, cuando se cumplieron los meses suficientes para saber qué serías… fue que quisimos dar la noticia a lo grande con toda tu familia y amigos.
Y así fue cuando nos enteramos, tu abuela apostaba que eras niña, mientras que tu abuelo le preguntaba a todos «¿Qué creen que sea?»
Cuando salió el color rosa fue que todos gritamos de alegría, nos felicitaban, nos abrazamos, sobraban las emociones más bellas que te imagines, tu abue gritando «Es niña, es una niña» con la sonrisa más hermosa que le he visto.
A su vez, tu papá y yo nos volteamos a ver, nos abrazamos y en ese momento lo supimos: nuestra familia estaba llegando a la mejor etapa, me dijo un «Te amo».
Después de tres meses por fin llegaste, te tuve en mis brazos por primera vez, eres lo mejor que ha llegado a mi vida y el día que te conocí me sentí viva.
Columna desarrollada por estudiantes de la Escuela de Comunicación y Empresas de Entretenimiento de la Universidad Anáhuac Mayab en el marco de la asignatura «Narrativa Literaria».
