Pelé, quien fuera el rey del fútbol y una icónica leyenda del fútbol brasileño, continúa siendo una figura venerada en el mundo del deporte incluso décadas después de su retiro.
Sus innumerables logros, incluyendo tres Copas del Mundo ganadas con la selección de Brasil y una destacada carrera en el Santos FC y el New York Cosmos, lo convirtieron en una de las figuras más influyentes en la historia del fútbol.
Su estilo de juego, habilidades y goles asombrosos siguen inspirando a jóvenes futbolistas en todo el mundo, recordándoles el inmenso impacto que un jugador talentoso puede tener en el deporte y en la cultura global del fútbol.
A favor del deporte
Pelé también ha utilizo su fama para promover causas benéficas y trabajar en favor del desarrollo del deporte en todo el mundo, lo que agrega profundidad a su legado más allá de las canchas de fútbol.
Su influencia perdura como un recordatorio eterno de la grandeza que se puede alcanzar en el mundo del fútbol.
Pelé en el Mundial del 70
El Mundial de 1970, celebrado en México, es especialmente memorable por varios motivos y Pelé fue una figura central en él.
En el primer partido de Brasil contra Checoslovaquia, Pelé marcó un golazo desde fuera del área, mostrando su clase y técnica.
Brasil enfrentó a Italia en la final, celebrada el 21 de junio de 1970 en el Estadio Azteca de Ciudad de México.
El partido culminó 4-1 a favor de Brasil, con Pelé abriendo el marcador con un icónico cabezazo.
Durante el torneo, Pelé tuvo varios momentos que quedaron en la memoria colectiva, como su intento de gol desde el centro del campo contra Checoslovaquia o su famoso pase a Carlos Alberto para el cuarto gol en la final contra Italia, considerado por muchos como uno de los mejores goles en la historia de los Mundiales.
La victoria en México 1970 consolidó a Pelé no solo como un ícono del fútbol brasileño, sino mundial, y dejó momentos que aún hoy, décadas después, son recordados con cariño y admiración por los aficionados al fútbol.