Por: José Luis Auais
Ya adentrados plenamente en la era digital, existe una tendencia en cuanto a los nuevos emprendedores de la década: menos mecanismos y más procesos. ¿Qué implica ésto? Cada vez más procesos se automatizan o simplifican por medios digitales. Hoy en día no es raro que desde un smartphone, además de estar comunicado por una infinidad de medios, el consumidor final pueda controlar la televisión, las cortinas, el portón, arrancar el auto y comprar boletos del cine en menos de 2 minutos.
Aunque pueda parecer ya mundano pero a la vez impresionante, la lógica detrás de éstos procesos es muy sencilla; el programarla no lo es. La problemática en éstos procesos (y con el avance tecnológico en general) es el adaptarse a los diversos lenguajes de programación que hacen posible la comunicación entre el consumidor y el producto. El aprender la lógica detrás de la programación se puede comparar a aprender un nuevo idioma. Ahí es donde entran nuestros amigos de Estonia.
Aprovechando las mentes jóvenes y abiertas a nueva información, el gobierno de Estonia ha lanzado un programa educativo en el que, desde la educación primaria, se les impartirán clases de progrmación básica al 100% de los alumnos. El programa ProgreTiiger será lanzado a prueba en algunas instituciones para luego ejecutarse a plenitud. Los alumnos de entre siete y ocho años de edad (lo equivalente a un primero de primaria) llevarán clases fundamentales de programación hasta el final de su educación básica obligatoria (aproximadamente hasta los 16 años de edad). De ahí en adelante, el desarrollo de cada alumno en el tema dependerá del nivel educativo que desee alcanzar.
Algunos escépticos dudan de la efectividad del programa, pero poniéndolo a perspectiva, los estonios tienen un punto. Es un hecho con evidencias que en la edad temprana el cerebro “esponja” información y la asimila más facilmente. Los alumnos que han comenzado a aprender segundos o terceros idiomas en edades tempranas muestran una mayor facilidad de comprensión y desempeño general de los mismos. No podemos ignorar la gran ventaja que esto les va a proporcionar a nuestros hermanos del este de Europa.