Por: Patricia Esquivel
“Seguramente hay un rumbo, posiblemente y de muchas maneras personal y único, posiblemente haya un rumbo seguramente y de muchas maneras el mismo para todos” – Jorge Bucay.
La primera vez que leí esta frase tenía 11 años. La persona que me la mostró era mi querido maestro de literatura Iñaki Carrión. A muy temprana edad y gracias a los excelentes maestros que tuve comprendí que mi vida tomaría un camino, pero en ese entonces no sabía cuál.
Desde pequeña siempre me vi atraída por la literatura. Sin embargo, de chica no sabía leer entre líneas. El día de hoy al prestarle más atención a la frase, me doy cuenta que “hay un rumbo seguro y de alguna manera posible”. Al decir “seguro” no me refiero a que será fuera de peligro, sino a un hecho. Cuando te das cuenta de que tu vida puede tomar el camino que quieras, comienzas a pensar en cada acción que tomas. Y a trabajar aún más fuerte por obtener lo que deseas. Comienzas a fijarte metas y objetivos. Te caen los “veintes” de la vida, y piensas mucho más allá de lo que tus ojos pueden ver.
Dicho esplendor puede llegar a ser positivo o negativo. La decisión está en ti, en decidir hacia donde te quieres dirigir y qué camino tomar. Muchas personas quizás tendrán tus mismas metas o tus mismas ideas. Pero la manera en como tu llegues a ellas, será única, será tuya.
