La Ley Federal para la Prevención e Identificación de Recursos de Procedencia Ilícita busca poner fin a esta actividad ilegal.
Felipe Calderón anunció en pasado 17 de octubre la puesta en marcha de la ley contra el blanqueo de dinero, misma que fue aprobada por el Congreso una semana antes.
Durante una ceremonia oficiada en la casa presidencial de Los Pinos, que contó con la presencia de diputados, senadores y el secretario de Gobernación y Hacienda, el aún presidente hizo la firma de documentos y ofreció un discurso en el que reconoció la gravedad del problema de delincuencia que sufre México. Asimismo, afirmó que dicha ley es clave para dar “justo en el corazón” del crimen organizado, pues es una de sus principales formas de financiamiento, y así se reducirá el poder económico de los mismos.
La nueva norma, que fue objeto de debate para el Congreso de México por dos años, cuenta con más controles y permite multas, así como sanciones de hasta 10 años de cárcel para aquellos que rompan la ley. Entre otras cuestiones, busca regular la adquisición de bienes e inmuebles, así como la constitución de fideicomisos y otras actividades de notarios públicos. Se plantea que una unidad especializada dependiente de la Procuraduría General de la República sea quien se encargue de lo implicado en dicha ley.
