Un recuerdo nada más me queda de aquellos patriotas invencibles de la temporada 2007, con su imponente 16-0 que llevó a la dupla Bellichick – Brady a su cuarto superbowl. Nadie esperaba lo que sucedería, perdiendo el invicto en el partido más importante de toda la temporada ante unos Gigantes impresionantes con un Eli Manning heroico, una atrapada entre el casco y la mano de David Tyree ni mandada hacer para un Superbowl inolvidable para todos los aficionados del emparrillado.
Ahora, tras seis años, pude estremecerme de nuevo como lo hacía en esos tiempos de gloria. Todo parecía perdido contra Drew Brees y sus Santos. Sólo veía como de nueva cuenta la racha entre Brees y Brady se extendía a 4-0, pero lo mágico del deporte ocurrió y tras un súper pase de Tom Brady para Kenbrell Thompkins a solo 10 segundos del final, la afición que se dio cita en el Gillet Stadium se levantó enloquecida.
Gracias, Brady, porque aún con tantos lesionados y con receptores novatos que escupen todo lo que le mandas, has logrado una marca hasta ahora de 5-1, dando a tus aficionados una esperanza de creer que todavía puedes conducir a tus “Pats” al domingo que nadie se quiere perder. Será un camino difícil para los Patriotas, aunque al parecer Rob Gronkowski podría aparecer ya el siguiente domingo ante los Jets de Nueva York.