Hoy desperté, tomé un poco de té de limón y luego casi me da un infarto cuando me di cuenta que comenzaban los exámenes.
Los exámenes son el método de opresión, esclavitud y chantaje más viejo de todos los tiempos. Los exámenes son un arma pacifista para controlar a los alumnos, a la sociedad, a los mismos maestros, pero no entiendo por qué no se los ponen a los políticos para ver si son lo suficientemente capaces para estar en ese tipo de cargos. Sería interesante ¿no?.
A veces es impresionante la creatividad del ser humano, tanto que pueden inventar cualquier cosa para que sea producida o sacar dinero. Te preguntarás…¿A qué va con todo esto? Bueno una vez, platicando con una maestra, ella mencionó que tomó un curso para hacer exámenes.
¿Un curso para hacer exámenes? Sí, ella me contó que les enseñaban a cómo confundir a los alumnos con respuestas parecidas o cómo redactar preguntas abiertas, para que sea sumamente específico o en el caso de los alumnos para hacerlo sumamente complicado.
No tienen nada de que preocuparse, ya saben “el que nada debe, nada teme”; aunque si lo pensamos bien, ¿no les parecería mejor si no existirían las calificaciones? Medítenlo con calma, con este método sólo habrían dos posibles “calificaciones”: aprobado y no aprobado. Creo que así todos seríamos iguales y nadie se sentiría más o mejor por sacar mejores calificaciones, pero parece ser que toda oración que lleve la palabra “iguales” será criticada por ser comunista o por ser una utopía.
Recuerden que un número no representa tu conocimiento, pero, aun así, créanme que el conocimiento no aparece así nada más, para eso tiene y deben de estudiar, y copiar no siempre puede ser opción, sólo cuando ya no tienes ni de dónde (yo no les di este consejo). Les deseo mucha suerte en esta semana de exámenes y estudien mucho porque nosotros somos el futuro de nuestro país.
Fuente de la imagen:
http://iesteror.wordpress.com/2010/06/25/examen-final-de-3%C2%BA-eso/