Diciembre es el mes de las luces, el arbolito y los regalos, y entre todo lo material se olvida el verdadero valor de la Navidad: el amor.
Todos esperan recibir regalos en estas fechas, pero qué te parece si en lugar de recibir, tú des, des alegría, des felicidad.
-Ir a un hospital y llevar comida, una carta, llevar dulces o, en el caso de que tengas más capital, llevar algunos juguetes a los niños que por diferentes condiciones se encuentran hospitalizados y pasarán su Navidad internados. Les vas a dar mucha felicidad pero lo mejor es que el más feliz vas a ser tú, te lo puedo asegurar. La felicidad se contagia.
-Haz tiempo para estar con tu familia y amigos, si viajas a verlos o tu familia te visita, recuerda hacer tiempo para ellos, jugar juegos de mesa, ir a comer, ver una película juntos, reír, platicar, pasar tiempo de calidad.
-No te olvides del arbolito: Es un momento especial para ponerlo y decorarlo entre todos, unos las luces, otros las esferas y el nacimiento, el chiste es estar juntos y disfrutar.
-Ten tiempo para ti, también el amor propio es importante, relájate, disfruta, y aprovecha tu tiempo a solas.
Lo más importante es no dejarse llevar por el materialismo, hay que pensar en los que menos tienen y compartir con ellos un poco y por supuesto pasar tiempo con la familia.
¡Felices Fiestas!