Una clausura (crónica)

Una clausura (crónica)

En el marco de la materia «Innovación y estructura periodística», alumnos del séptimo semestre de la Licenciatura en Comunicación de la Anáhuac Mayab realizaron un primer ejercicio de crónica. Así, Adriana López Guaso narra un breve fragmento del cierre del Festival Internacional de la Cultura Maya protagonizada por el gobernador del estado Rolando Zapata Bello.  

Luces de colores en los rincones culturales del primer cuadro de la “Blanca Mérida”. Con la autoridad que los distingue, los policías comenzaban a poner conos para prohibir el paso. Sólo permitían que los camiones de logística accedieran.

Media hora después, se levantaron carpas, se colocaban bocinas y mesas. Todos los encargados se apresuraban para que, antes de las ocho de la noche, se mostraran listos los escenarios en los que se presentarían grupos musicales que darían inicio al fin de una gama de más de doscientos eventos llenos de cultura que se llevaron a cabo durante ocho días anteriores.

Llegó a su fin la edición del festival internacional de la cultura maya»-dijo Rolando Zapata Bello en el Palacio de Gobierno, sonriéndole al público que lo acompaña. «Éste promueve acciones que favorecen al conocimiento de nuestras manifestaciones artísticas, históricas y culturales como parte de nuestra identidad» 

Luego agregó mirando a su alrededor: «El reto es grande, ya que los resultados alcanzados obligan a continuar con el trabajo para obtener satisfacciones y superar retos para este 2015″. 

Después de este mensaje, concluyó su discurso y seguidamente levantó la mirada hacia el público. Con la sonrisa que lo caracteriza, sobraron las palabras de gratitud. Después,  estrechó  la mano, con un fuerte sacudón, de Jorge Esma Bazán. 

De esta forma, comenzó el recorrido del gobernador del Estado de Yucatán. Desde el Palacio hasta el parque de Santa Lucía. Así, la música  regional comenzó a sonar y el gobernador, como si perteneciese a la escolta, emprendió su camino con todo y ritmo. Las trompetas que tocan los soldados en los castillos para darle paso al rey, aquí fueron sustituidos por tambores, maracas, aplausos. Las cámaras de los asistentes se posicionaban ante su propia mirada.

«Éste es un bello momento», mencionó la madre de uno de los niños que bailaba la danza regional dentro del Palacio. Antes de salir  del recinto, Rolando Zapata se adentra al baile y con cadencia demuestra que trae arraigadas sus raíces y como si hubiese tomado clases se desenvuelve frente a los espectadores.

Ahora sí, sin marcha pausada, saluda a la gente que se encuentra a sus costados. Los camarógrafos intentan tomar una foto, «la foto» que quizá salga arriba de la nota titular justo en la portada de algún diario de Yucatán. Hay de todo tipo de público. Algunos individuos lo siguen, uno que otro son sus conocidos y lo llaman para atraer su atención. Otros sólo ven el espectáculo de la muchedumbre. Apenas y se dan cuenta que por la zona en donde están algo está sucediendo.

«Órale, tómale una foto al ‘gober’, sin que te vean y luego me la mandas», dijo uno de los muchachos que ayudó a poner la tarima a otro de sus compañeros.

Fue un tramo largo lleno de saludos, de abrazos y de flashes con motivo del recorrido del gobernador, quien, al llegar a la esquina del parque, con se despide con la mano en alto. Entra a su camioneta negra, cierra la puerta y a lo lejos, en ese mismo instante, como si se hubiesen sincronizado, se escucha desde lejos la voz de una mujer: “Gracias al gobierno del estado se realizan  este tipo de eventos, gracias por acompañarnos en la clausura de esta tercera edición del festival internacional del mundo maya”.

Fuente de la imagen: sipse.com 

 

 

 

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