Enrique Peña Nieto, presidente de la nación, lleva mil 307 días como representante máximo del Poder Ejecutivo. Durante su mandato, se han celebrado dos informes de gobierno, en los cuales narra los avances que se han logrado y se tachan de la lista las promesas ya cumplidas.
Al respecto, ADNpolítico señala: “Los compromisos asumidos por Peña Nieto (…) se dividen en tres rubros: las 13 primeras acciones anunciadas en el día de su toma de protesta, los 95 acuerdos firmados en el Pacto por México y sus 266 compromisos de campaña”. Ya han pasado tres años desde el inicio del abanderado priísta. Algunas de las promesas ya han sido puestas en marcha, otras quedan en el archivero.
Los primeros 365 días
Las primeras acciones emprendidas por el Presidente fueron la Cruzada Nacional contra el Hambre (con la que intenta brindar alimento a mexicanos que viven en pobreza extrema) y la promulgación de la Ley General de Víctimas, todo esto durante el mes de enero de 2013.
A tres meses de iniciada su labor presidencial, Peña Nieto, instruyó en materia política a Secretarías de Estado para el cumplimiento del Programa Nacional de Prevención de Delitos.
Otros compromiso que ya han entrado en vigor son: la reforma educativa — causa motora de disturbios entre los involucrados—, así como el Programa Nacional de Infraestructura y transporte, el cual contempla una ampliación a las vías del metro de las ciudades de Monterrey y Guadalajara, así como modernización de caminos rurales, autopistas y carreteras federales. También se ha cumplido la pensión universal para mayores de 65 años, al igual que un programa para brindar seguros de vida a jefas de familia.
De las primeras trece decisiones anunciadas, queda solo una por materializarse y es en el campo jurídico: el Código Penal Único, el cual planea hacer uniforme en todo el país la forma penal de actuación.
Las reformas estructurales
Fueron 11 las reformas que buscó implementar Peña Nieto: Energética, Competencia económica, Telecomunicaciones y Radiodifusión, Hacendaria, Financiera, Laboral, Educativa, Político-Electoral, así como en materia de transparencia y la ya mencionada en relación con el aspecto penal.
Según expertos, es el paquete de reformas más ambicioso que se ha realizado, aunque cabe aclarar que estas reformas neoliberales se conservaban en el congelador desde hace 30 años. A pesar de ya haber sido implementadas, su eficacia no ha sido comprobada y siguen siendo tema concerniente la inseguridad y el crecimiento económico.
Pacto por México
Los líderes nacionales del Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Democrático (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), se unieron para firmar el Pacto por México, encabezado por el presidente Peña Nieto.
La finalidad del pacto fue el impulso a que se diera luz verde a las reformas estructurales, con lo cual se aprobaron leyes para beneficio de algunas minorías y grupos vulnerables como el Paquete Económico 2013 para las comunidades indígenas y los ya mencionados apoyos a jefas de familia, mayores de 65 años, al igual que la Ley General de Víctimas.
La voz del pueblo
Lo que hay que preguntarnos es si realmente necesitamos las reformas que homogenizan a México con países de primer mundo o si requerimos un diagnóstico idiosincrático propio de las necesidades del país.
Se habla de seguridad y de la aprehensión de cabecillas de grupos armados, cuando han sido puestos en libertad una fracción considerable de ellos. Se enuncia crecimiento económico, cuando el Banco Nacional disminuyó la expectativa de crecimiento de México del 3.8% a 3.5% y se sigue con el mismo augurio para 2016 y 2017.
Se ostenta la Reforma Energética y se sostiene que no habrá reducción al precio de la gasolina, cuando en enero del año en curso la gasolina Magna aumentó a 13.57; la Premium, a 14.38; Diesel, a 14.20. Para fortuna de la ciudadanía, no se esperan aumento a lo largo de este año.
Asimismo, se contempla la anexión total de las empresas gasolineras para el 2017 para “obtener los resultados deseados”.
El Presidente celebró la creación de casi medio millón de empleos, en 2014, sin embargo, se necesitan alrededor de dos millones anuales para poder abatir el déficit.
En conclusión, basta con ver el cansancio del corredor para saber si llegará a la meta. Con el tardío desarrollo económico, aunado a la desconfianza del pueblo hacia las instituciones y las figuras de autoridad, el gobierno deberá pensar menos en el utilitarismo y materialismo para centrarse en resarcir el daño causado al pueblo, mostrando más sensibilidad a temas que no pueden suplirse con una compensación monetaria y palabras vacías de consuelo.
Fuente: ADNpolítico, La jornada, La razón, Mundoejecutivo
Fotografía: vívelohoy
