El pasado jueves el grupo de liderazgo en Arte y Cultura de la Universidad Anáhuac Mayab, Culmen, organizó un círculo de análisis para debatir sobre el impacto de la serie inglesa Black Mirror y compartir diferentes puntos de vista.
Dicho evento tuvo como invitado especial a Sergio Aguilar, analista de cine. Después de haber terminado el círculo de análisis, se le hicieron preguntas sobre los temas tan polémicos que aborda la serie.
Sergio comentó que Black Mirror funciona como una alegoría de la realidad. En este sentido, señaló que hay episodios que parecen estar muy alejados de la realidad, pero lo interesante es ver cómo cada uno puede funcionar como una metáfora.
«Y creo que cuando uno empieza a identificar esos procesos, te das cuenta que la serie puede estar hablando de cosas disparatadas como viajes en el tiempo o revivir a muertos, naves espaciales y al mismo tiempo estar hablando de cosas que pasan hoy, aquí», dijo.
De igual manera, Sergio detalló cómo la serie influye en la vida de las personas, destacó que el hecho de que si la producción se hizo tan popular es porque evidentemente quedan claras las moralejas de los episodios: sus lecciones al público.
Mencionó también, que no podría asegurar qué tanto nivel de profundidad alcanza para cada persona, pues depende de la percepción. Sin embargo, las lecciones de los episodios, al menos las más superficiales, si llegan “fuerte” a las personas.
Black Mirror es una serie que toca temas fuertes, que generalmente tiene finales que dejan con un mal sabor de boca. El egresado de la Universidad Autónoma de Yucatán indicó al respecto que «es parte de esta cuestión, no sé si tan benéfica… de gustar que nos castiguen”.
«De algún modo Black Mirror es como un regaño, en muchos sentidos. Es importante considerar cómo cada espectador encuentra algo en particular, algo distinto para sí», sostuvo el analista.
Audiencia crítica
Al continuar con la entrevista, se le preguntó a Aguilar si creía que los estándares de la gente subiría al escoger el contenido que ve. A lo que él respondió que esta serie ni otro contenido audiovisual es por sí solo una especie de antídoto o medicina para que uno se vuelva más crítico.
«Creo que ahí es donde se vuelve importante la teoría y el análisis de contenidos audiovisuales, porque te proveen de herramientas para que tu te vuelvas más crítico», declaró.
Agregó a su vez, que no es sólo los contenidos sino también las condiciones de cada espectador las que te pueden ayudar a que tu te vuelvas más crítico. Tiene que ser toda una educación hacia los medios para que calen más profundo las lecciones de la serie.
La relación del hombre con la tecnología
En el contenido de Black Mirror se habla, en su mayoría, sobre la relación del hombre con la tecnología. Respecto a los problemas relacionados con este ámbito, el analista destacó la idea de Paul Virilio, teórico cultural. Ésta habla sobre cómo la tecnología inventa accidentes, que explica como cuando no existían los autos, tampoco había accidentes de autos.
«Si la tecnología puede cargar con un matiz peligroso, menciona Aguilar, creo que uno de los graves problemas hoy es la huella digital a través del Big Data. De cómo grandes capitales, corporaciones y gobiernos, lucran de nuestros datos, que damos sin una reflexión y conciencia de estarlos dando», sentenció.
Es entonces, agregó Sergio Aguilar, cuando te suscribes a un boletín, entras a una nueva red social y dices que te gusta tal página, que te gusta tal producto.
«No somos conscientes de esto, de cómo cada decisión, cada click que estamos haciendo va a tener una repercusión en cómo la máquina nos va a conocer mejor, tal vez mejor de lo que nosotros creíamos conocernos a nosotros mismos», expuso
Para concluir, se pidió a Sergio que nos recomiende algunas series o películas que, al igual que Black Mirror, toquen la crítica de la interacción del hombre con la tecnología. Entre ellas, detalló Amazon “Electric Dreams”, que está basada en los cuentos de Phillip K. Dick. Y por supuesto, no podían faltar, los favoritos de la ciencia ficción: 2001 Odisea en el espacio de Stanley Kubrick y Blade Runner de Ridley Scott.
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