En un pequeño espacio escondido, entre Alemania y Noruega, Dinamarca es un precioso país para las personas que buscan aventuras nuevas en sus vidas. Se encuentra repleto de kartofler, bicicletas y felicidad, rubro en el que es considerado una de las naciones más felices de todo el mundo.
Entre sus muchos encantos que tiene la entidad nórdica, cuenta con højskoles, escuelas donde los jóvenes pueden descubrir sus pasiones y entender qué quieren de la vida.
Cuando un estudiante se inscribe a estudiar en una højskole, los universitarios viven en el mismo instituto por la duración del programa académico. Dividen su tiempo en clases, limpieza y espacios libres para disfrutar entre sus actividades propias. Esto es central para la experiencia en una højskole.
Las clases son variadas, pueden elegir hacer repostería, deportes, cine, música, entre otras disciplinas. Sin embargo, la ideología detrás de estas escuelas es ayudar a los jóvenes a encontrar su lugar en el mundo en términos laborales y emocionales. Entre semana, hay actividades para participar entre amigos y, durante los fines de semana, la escuela realiza convivios.
Estas instituciones pueden escucharse diferentes a los modelos tradicionales de educación. Si alguna vez tienes la oportunidad de ocupar seis meses de tu vida para tener esta experiencia, las højskoles pueden ser una valiosa opción.
