Por Israel Romero Nieto
Era 24 de noviembre de 1859, el otoño se despedía para dar paso al invierno, cuando Charles Darwin, uno de los científicos más grandes de todos los tiempos, publicaba un libro que consolidaba el género de la literatura científica y, de paso, dividía a la ciencia en un antes y un después: On the origin of species by means of natural selection or the preservation of favoured races in the struggle for life, mundialmente conocido como El origen de las especies; y, sea dicho de paso, título que adquirió a partir de la sexta edición.
A 163 años de su publicación, El origen de las especies ha logrado sobrevivir a los cambios ideológicos, culturales y tecnológicos de las sociedades, imponiéndose por la veracidad de sus teorías: ciencia, naturaleza y biología se combinan en sus páginas que se atrevieron a visualizar la evolución. ¿Qué hizo que se agotara la tirada de 1250 ejemplares el mismo día que vio la luz?
Charles Darwin era un naturalista, sus teorías se basan en la historia natural. La cual, observa e interpreta fenómenos naturales –principalmente de índole biológica–, haciendo referencia a un grupo de disciplinas naturales como la zoología, la botánica, la mineralogía y la geología. Así que, era un observador del mundo natural.
En consecuencia, El origen de las especies contiene datos de las observaciones e interpretaciones que Darwin hizo del mundo natural. Las cuales, logró concentrar gracias a su viaje por algunas regiones de Sudamérica a bordo del Beagle entre 1831 y 1836. Cinco años observando y registrando datos sobre los cambios que apreciaba en diversas especies animales, le permitieron concluir que los organismos presentan variaciones o evolucionan a través del tiempo.
Aunque no fue el primero en visualizar el concepto de evolución –en realidad, no utilizó ese vocablo en las primeras ediciones del libro–, en las teorías formuladas por Darwin se conjugan disciplinas de la historia natural que le hicieron generar postulados que revolucionaron a toda la ciencia, al establecer una teoría moderna de la evolución. La cual, se sustenta sobre –al menos– dos aspectos: el origen común de las especies y la selección natural, según la cual los organismos compiten por los recursos, sobreviviendo los más fuertes que heredan esos caracteres a sus descendientes. Los cuales, traen ventajas como escapar de depredadores. la reproducción o la alimentación, por ejemplo. Así que, la próxima vez que vayas a la playa, observa y compara las características de las diversas aves.
Si acaso, el axis teórico de El origen de las especies está en que las especies poseen la capacidad de cambiar con el tiempo, generando mecanismos de supervivencia. Lo cual, promovió la hechura de postulados y teorías que revolucionaron a las ciencias naturales y, además, a las sociales. La realidad es que, Darwin se enfrentó a la crítica y al rechazo de un sector importante de aquella sociedad decimonónica.
No obstante, desde su publicación aquel 24 de noviembre de 1859, El origen de las especies es una lectura obligada para todo aquel que estudie alguna ciencia o, mejor dicho, para todo buen lector. Debo decir que, fue uno de los libros que enriqueció mi formación profesional como antropólogo físico, pues sus teorías y postulados son aplicables al ser humano visualizado desde su prisma biológico, social y cultural.
A 163 años de su publicación, El origen de las especies conserva en sus páginas una vigencia ineludible que el tiempo no ha podido borrar. Aunque, también el tiempo lo ha ensombrecido con falsas ideas, como aquella de que Darwin propusiera que el hombre desciende del mono. ¡La idea por sí misma es inconcebible!
En El origen de las especies se materializa la historia de la ciencia con teorías que explican magistralmente, por medio de la observación e interpretación rigurosas, la diversidad de las especies. Lo que hoy llamamos biodiversidad. Un libro extraordinario que impactó en el pensamiento del hombre, logrando modificar la visión que tiene de sí mismo.
Razones suficientes para entender por qué se agotó el primer día de su publicación. Es necesario mencionar que la segunda edición se lanzó tan solo meses después, agotándose rápidamente. Así que, como profesores nos toca promover la lectura y análisis de este extraordinario libro entre nuestros alumnos. El origen de las especies del célebre Darwin está disponible en la biblioteca del edificio 5. Aunque, te recomiendo que consultes la edición ilustrada que está en la Biblioteca de Salud de la Anáhuac Mayab.
Recuerda que, el mejor homenaje que podemos hacer a los grandes autores, es leer sus obras y, por ello, aquí te dejamos el enlace para que lo tengas lo más pronto.
