Julio Verne y la aventura literaria, de la Tierra a la luna

Julio Verne y la aventura literaria, de la Tierra a la luna

Julio Verne y la aventura literaria, que prácticamente es un viaje de la Tierra a la luna, es el autor de este día. Por cierto ¿sabías que hoy 8 de febrero es el «cumpleaños» de uno de los escritores más famosos del mundo..?

Viaje al centro de la Tierra, De la Tierra a la luna, Veinte mil leguas de viaje submarino, son algunos títulos que llevaron a su autor, Julio Verne, a ser considerado el “padre de la ciencia ficción”, sus novelas nos transportan a un viaje de aventuras a lugares lejanos: desde el centro de la Tierra, las profundidades del mar hasta el espacio estelar.

Detrás de ese periplo literario destacan la creatividad y el amor por las letras que lo caracterizaban, su narrativa combina la aventura y la imaginación con datos científicos y detalles tecnológicos de su época.

De este modo, sus novelas se explican a partir del contexto en el que fueron escritas: el siglo XIX.

Julio Verne, «el padre de la ciencia ficción»

Julio Verne nació el 8 de febrero de 1828 en Francia, época de importantes movimientos sociales, por un lado la nación experimentaba los efectos de la Revolución y por el otro, Europa vivía circunstancias que la encaminaban a un movimiento histórico sin precedentes: la Revolución Industrial, cuyas consecuencias se percibieron en cambios ideológicos conjeturados por el desarrollo de la ciencia, la industrialización, el progreso, la modernización y, especialmente, la imperativa por salir a conocer el mundo. 

En ese contexto intelectual emergieron publicaciones científicas de prestigio. Julio Verne era lector de revistas de ciencia y geografía, conocimiento que enriqueció su obra.

Aunque, sus inicios literarios están en la dramaturgia, pasando desapercibidos, fue hasta 1863 cuando el editor Pierre-Jules Hetzel se interesó en publicarle un escrito muy particular: Cinco semanas en globo, novela innovadora sobre un viaje de exploración con abundantes datos geográficos. Entonces llegó el éxito literario. Ahí empezó su carrera como escritor.

Al siguiente año continuó con Viaje al centro de la Tierra, novela fascinante por las descripciones de animales prehistóricos y, especialmente, por los numerosos datos sobre geología, minerología y hasta paleontología.

Luego, llegó el libro que lo consagraría como escritor de ciencia ficción: De la Tierra a la luna (1865), en el que plantea la creación de un cohete espacial, fue tal el impacto en sus lectores que su oficina se llenó de cartas solicitando reservación para el siguiente viaje al satélite natural.

Julio Verne y el punto cumbre en su carrera

Aunque siguió publicando novelas expedicionarias, fue con Veinte mil leguas de viaje submarino (1870) que Julio Verne plasmó su nombre en la memoria de la literatura universal.

Las peripecias en la búsqueda de un monstruo marino traían al escenario tecnológico del siglo XIX, la exploración de los mares por medio de una máquina por demás novedosa: el submarino. ¡Cómo olvidar al Nautilus y al capitán Nemo!

La obra de Julio Verne -por cierto, muy extensa- es un periplo literario de aventuras, ciencia y tecnología. Esto fue lo innovador, pues no escribió tratados científicos, sino literatura que se sirvió de los saberes científicos y tecnológicos del siglo XIX, conjugados con una gran dosis de fantasía que lo hicieron único en su género.

Imagínate haber vivido en aquella época: la práctica científica y la industria abriéndose paso, y un visionario escribe historias de viajes con máquinas que aún no se creaban. Las novelas de Julio Verne reflejan ese contexto.

Sin embargo, fue más allá de su siglo y diseñó esas máquinas, algunas prácticamente los inventó: el cohete espacial, el submarino, el globo aerostático hasta un vehículo anfibio capaz de transitar por aire, mar y tierra. Industria y progreso se unieron a la fantasía en las letras de este gran escritor.

Una narrativa fantástica

No obstante, hay un aspecto en el que no han puntualizado los estudiosos de la obra de Julio Verne: su narrativa se contextualiza en la exploración de tierras lejanas, destacando datos geográficos: clima, flora, fauna, hasta paleontología. Es decir, hay una representación del entorno natural, influencia del pensamiento naturalista, propio del siglo XIX.

La ciencia decimonónica se cimentaba en la historia natural, sus científicos -los naturalistas, como Humboldt y Darwin- fundamentaron su conocimiento en las ciencias naturales: zoología, biología, minerología, paleontología, principalmente.

De este modo, el recurso literario de Julio Verne fue plasmar ese conocimiento naturalista en historias de tierras lejanas, lugares desconocidos que traían fascinación y asombro ante su descubrimiento por medio de máquinas novedosas. Sus obras marcaron una revolución tecnológica.

Leer a Julio Verne es un viaje extraordinario de aventura, ciencia y tecnología mezcladas con la imaginación. No te pierdas esta aventura literaria.

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¡Feliz lectura!

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