Es el año 1889 y Fusajiro Yamauchi, un empresario japonés con interés en las tradicionales cartas Hanafuda, ha ideado una nueva manera de popularizar una actividad que durante siglos fue vetada por el gobierno nipón como medida preventiva a las apuestas ilegales. Al fundar la que más tarde se convertiría en una de las compañías más influyentes del sector del entretenimiento, las cartas artesanales de Yamauchi revivieron una industria que se presumía muerta y allanaron el camino para aventurarse en nuevos nichos de negocio.
Casi cien años después, Nintendo decidió volver a apostar por una industria golpeada por una grave crisis y salió victoriosa de nuevo, vendiendo millones de ejemplares de juegos clásicos como Super Mario Bros. y The Legend of Zelda para su propia plataforma de sobremesa, la Nintendo Entertainment System o Famicom en Japón.
El valor de arriesgarse y experimentar cosas nuevas sigue estando en la sangre de Nintendo. Aunque la compañía ya no es liderada por la familia Yamauchi, la gigante nipona ha creído una y otra vez en la innovación como la manera más gratificante de llegar a su audiencia. Es por eso que hay que celebrar que aquella pequeña compañía de cartas sigue con nosotros hoy en día, a 125 años de su fundación, y ha mantenido su espíritu intacto en el proceso. Por eso y mucho más, ¡feliz cumpleaños, Nintendo!
