Nuevamente, los ciudadanos griegos salen a la calle y organizan protestas contra las medidas de austeridad avaladas por diferentes organismos económicos internacionales.
Los servicios públicos fueron suspendidos durante 24 horas, el pasado miércoles 6 de noviembre, en toda Grecia. Este paro afectó principalmente al transporte marítimo, aéreo y terrestre.
La huelga, que se sostuvo bajo el slogan «¡Todos juntos, nadie puede conseguirlo solo!», fue incitada por los sindicatos del sector privado (GSEE) y público (Adedy) como protesta por las medidas de austeridad más severas que se impusieron en aquel país, que continúa en una gran crisis económica, y principalmente, en contra de los recortes del gobierno de Andonis Samaras.
El paro también coincidió con la visita de los representantes de ‘Troika’ (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea), quienes analizaron los avances de Grecia ante su crisis económica para así ver aplicaciones de las medidas de rigidez, ya que está contemplado un préstamo de 1.000 millones de euros.