“El Principito” y el aviador de la literatura francesa: celebrando a Antoine de Saint-Exupéry

“El Principito” y el aviador de la literatura francesa: celebrando a Antoine de Saint-Exupéry

El Principito, Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), en sin lugar a dudas una de las novelas más conocidas en todo el mundo y es que, además de las letras y miles de páginas que han disfrutado diferentes generaciones, esta historia la hemos podido ver en películas, caricaturas e infinidad de mercancía de diferentes formas.

«He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos».

Antoine de Saint-Exupéry, El Principito.

Una de las frases más bellas y enigmáticas de la literatura, cincelada en las páginas de Le Petit Prince, traducido al español como El Principito, novela que tiene un lugar especial en la lista de las obras más importantes de la literatura universal: un aviador se ve obligado a aterrizar su aeronave en el desierto del Sahara, debido a una avería en el motor. La primera noche duerme solo, lejos, a millas de cualquier lugar habitado. Pero, al rayar el alba, lo despierta una vocecita que le pide: “Por favor…, ¡dibújame un cordero!” A partir de entonces, su vida cambiará para siempre. 

Detrás de esa narrativa creativa y profunda persiste la imaginación de quien es considerado uno de los autores más importantes que ha dado Francia: Antoine Jean Baptiste Marie Roger de Saint-Exupéry, conocido en las letras como Antoine de Saint-Exupéry, quien nació en Lyon, el 29 de junio de 1900. De manera que, la literatura se engalana conmemorando 123 años de su nacimiento. Para celebrar el cumpleaños de este gran escritor, he aquí algunos datos interesantes que tienes que conocer de su vida.

Antoine de Saint-Exupéry: el aviador de la literatura francesa

Antoine de Saint-Exupéry tenía dos grandes pasiones: la aviación y la escritura, principalmente de relatos y novelas cortas –siendo la más famosa El Principito–, en las que plasmó muchas de sus vivencias, mismas que será necesario conocer para entender su obra literaria, pues los críticos dicen que es autobiográfica con grandes dosis de ficción. 

Cuando tenía 4 años de edad, su padre falleció. Se crió en una familia aristócrata en Lyon, donde su madre ejercía la enfermería, quien cuidó de él y sus cuatro hermanos. Una tía les ayudó, la condesa Tricaud, alojándolos en el castillo de Saint-Maurice-de-Rémens. De esta manera, gozó de una niñez acomodada. ¿Sabías que el pequeño Antoine tenía el pelo rubio y alborotado, y que su juego favorito era volar aeroplanos?

Terminó el bachillerato en Suiza y, luego de ser rechazado en la escuela naval, se integró al Segundo Regimiento de Aviación de Estrasburgo para realizar su servicio militar. Ahí conoció ese mundo que tanto le fascinaba desde niño: la aviación. Luego, en 1926, se incorporó a la escuadrilla de pilotos que transportaban el correo aéreo. El destino le llevó a ser un joven pionero de los servicios postales aéreos. 

Trabajó para la compañía Aéropostale de Francia, llevando correspondencia tanto a Europa como a las colonias africanas. En esta época publicó su primer relato: L´Aviateur, El aviador (1926), cuento en el que narra sus vivencias e impresiones volando. Destaca el uso de las metáforas, por ejemplo cuando compara el movimiento del pasto generado por el viento de la hélice, con un río. Pero, especialmente, su humanismo y sensibilidad, mismos que serán una constante en su obra. 

En 1928, se trasladó a Sudamérica y un año después publicó Courrier sud, Correo del sur (1929), su primera novela escrita sobre sus recuerdos y apuntes de vuelo. Destaca la narración sobre las primeras entregas de correo aéreo desde Francia al hemisferio sur. Luego, llegó el tercer libro, Vol de nuit, Vuelo nocturno (1930). Por cierto, un año después conoció a Consuelo Suncín, la mujer que sería su esposa, en Buenos Aires, Argentina. 

Retrato de Antoine de Saint-Exupéry, aviador y escritor, en la cabina de su avión, el Caudron Simoun, 1936 en Francia. (Foto de Keystone-France/Gamma-Rapho vía Getty Images).

Surcando los cielos

Antoine pilotó los aviones que tanto le fascinaban desde niño. El 15 de diciembre de 1926 fue una fecha decisiva en su vida: realizó su primer vuelo en solitario transportando el correo. ¿Sabías que voló por el norte de África, cruzó el Atlántico y fue de los primeros pilotos que realizaron vuelos nocturnos, solamente guiándose por las estrellas?

No obstante, tuvo una terrible experiencia que, sin duda, plasmó en su obra principal: el accidente en el Sahara. En el año 1935, volaba junto con su navegador André Prevot, compitiendo por un premio de 150.000 francos, cuando tuvieron que aterrizar de manera forzada en el desierto. Aunque sobrevivieron al aterrizaje, sufrieron los estragos del clima, pues no llevaban más que una pequeña ración de vino, uvas y dos naranjas. Experimentaron una severa deshidratación –incluso, al tercer día dejaron de transpirar–, además alucinaciones. Hasta que, al cuarto día, un beduino los encontró. Esta experiencia la puedes conocer leyendo su libro Terre des homme, Tierra de hombres (1939). Precisamente, así, con un aterrizaje forzoso en el Sahara, inicia El Principito, con el encuentro entre un aviador perdido y un “hombrecito enteramente extraordinario”. 

El comandante desaparecido

Sin embargo, Antoine de Saint-Exupéry se vio envuelto en otro accidente, a la edad de 44 años, cuando volaba en las Fuerzas Francesas Libres para detener la ofensiva nazi, en ese entonces Francia estaba ocupada. La Segunda Guerra Mundial había iniciado. Eran las 8:45 horas de la mañana del 31 de julio de 1944, cuando despegó en un escuadrón de cazas bimotor P-38 Lightning desde Córcega, con la misión de recoger información sobre las tropas alemanas. Sin embargo, no regresó. A las 13:00 horas se anunció su desaparición en los radares de las otras aeronaves. 

Al día siguiente, el 1 de agosto, una mujer aseguró haber visto un accidente aéreo a mediodía. Poco después, se encontró un cadáver que portaba insignias francesas, al sur de Marsella. Nunca se le pudo identificar. Luego de cuatro años del accidente, un pescador encontró una pulsera de plata de identidad con el nombre de Saint-Exupéry, cerca de Marsella. Fue en el año 2000 que un buzo encontró los restos de un P-38 Lightning, cerca de donde se recuperó la pulsera. El Departamento de Arqueología Subacuática confirmó que era el avión de Antoine de Saint-Exupéry. Respecto a sus restos, se especula que el cadáver de Marsella, era de él. 

Así, el comandante militar, el aviador que surcaba los cielos, el poeta soñador, el gran escritor francés que heredó al mundo una de las obras más bellas y profundas de la literatura, había muerto. 

El Principito: a 80 años de su publicación

La máxima obra de Antoine de Saint-Exupéry es El Principito, novela corta publicada el 6 de abril de 1943, por primera vez en Estados Unidos, tanto en francés como en inglés. En Francia, se publicó hasta 1946, a causa de la Segunda Guerra Mundial.

¿Sabías que se trata de uno de los libros más leídos de la historia? Se ha traducido a más de doscientos cincuenta idiomas, incluyendo el braille. Además, se encuentra en la lista de los libros más vendidos de todos los tiempos, con más de 140 millones de ejemplares en todo el planeta. ¡Hay un ejemplar en mi acervo personal, el cual leí hace más de diez años, y hoy rememoro con nostalgia! 

El Principito (Le Petit Prince), 1942-1943. Private Collection. Artista Saint-Exupéry, Antoine de (1900-1944). (Photo by Fine Art Images/Heritage Images/Getty Images).

El Principito es considerado un libro infantil por el estilo en el que está escrito y por las ilustraciones que lo acompañan, dibujadas por el mismo autor. Sin embargo, es una novela filosófica con una sagaz crítica a la adultez. Su valor destaca en los temas profundos que trata, como el amor, la amistad o la pérdida. 

Luego de conocer un poco de la vida de Antoine de Saint-Exupéry, es fácil identificar el fuerte vínculo entre él y el principito: Antoine y el principito están unidos más allá de la narrativa creativa y las páginas de una historia que se hizo eterna, transgeneracional. Los dos cayeron del cielo y los dos desaparecieron dejando una huella profunda en nuestro imaginario, en nuestro corazón.  El Principito es un libro que tiene un lugar en la identidad cultural de las sociedades contemporáneas. ¿Ya lo leíste? Sus personajes entrañables pertenecen a nuestra memoria colectiva: el zorro, la rosa y aquel hombrecito que repetía “dibújame un cordero”.

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