En entrevista, Alfonso Sequera Vargas, estudiante de séptimo semestre de la Licenciatura en Gastronomía, habló para el Altavoz sobre la diferencia de culturas que encuentra entre las fiestas decembrinas en México y Venezuela.
«En Venezuela, la comida típica navideña se basa en un plato conformado por una ensalada de gallina, acompañada con un aderezo, una rebanada de pernil y un tamal hecho con masa de arepa. En cuanto a la bebida, es un ponche crema, hecho de leche fermentada con aguardiente», expresó.
En cuanto al hecho de convivir en familia, mencionó que es todo un ritual, pues se da desde que amanece el 24 o 31. Todos ayudan con los preparativos, la comida, la bebida… se hacen fiestas grandes, se cierran calles o fraccionamientos para después de la cena salgan todos los vecinos y llegue más familia a compartir.
A su vez, «los juegos pirotécnicos nunca faltan», mencionó.
Respecto al año nuevo mencionó: «El año nuevo en mi país es igual que en México, incluso las supersticiones son parecidas, por ejemplo, las maletas para viajar o la ropa interior, aunque ahí ahí la ropa interior amarilla es para atraer salud y no dinero. También las personas que se quieren casar se suben doce veces a una silla».
Añadió que, en el país vinotinto, hay un estilo de música especial que suena desde que inicia diciembre hasta que termina, el cual termina por envolverte en el espíritu navideño: el gayta.
«La diferencia más marcada es que en Venezuela, después de la cena del 24 y la del 31, la gente suele quedarse en casa o se juntan en casa de algún familiar, no se pierde la esencia del hecho de convivir en familia yendo a una fiesta con amigos o algún club nocturno. La noche empieza con la familia y termina con ella misma», finalizó.
