Ahora Mérida no es tan “blanca”.

Ahora Mérida no es tan “blanca”.

Mérida se catalogaba como la “blanca Mérida” y “la ciudad de la paz”, y aunque todavía hay gente que así le llama, éste ya no puede ser un sinónimo en su totalidad.

Las avenidas principales se encuentran llenas de huecos, algunas calles no cuentan con alumbrado suficiente, los delitos están a la orden del día y no está de más mencionar que hay muchísimos lugares a donde no pasan a recoger la basura, por lo que está sobra. – Recalco que no son los únicos problemas que hay en la ciudad. –

Hace cinco años Ivonne Ortega Pacheco asumió la gubernatura de Yucatán y, tras ser la cuarta mujer que gobernara en México, era de esperarse que muchos pusieran la mirada sobre ella. Las críticas comenzaron desde que tomo posesión y se triplicaron cuando decidió hacer el paso a desnivel en la avenida más importante de la capital del estado.

La verdad es que dejó mucho que desear su gobierno, pues no sólo pidió prestamos infinidades de veces para “invertir” en el estado, sino que nos trajo a Shakira para brindarnos un concierto totalmente gratis, ¿de cuándo acá esta cantante nos va a regalar una presentación de más de dos horas?, raro ¿no?

Así también, hasta el momento sigue inconclusa la construcción del museo al lado del centro de convenciones Siglo XXI y al incrementar la seguridad en cada avenida, tanta protección se salió de control. Meses atrás los policías de tránsito a todas horas estaban en retenes parando a los automovilistas y revisando de coche en  coche, nada más por pura verificación de “papeleo en orden”. No faltó el conductor que al no detenerse fue perseguido por los guardias municipales y balaceado. Esto no terminó en un simple accidente, pues la persona murió. Al final no le dieron mucha importancia a esta noticia y nadie tuvo la culpa de lo sucedido.

Con todo esto pretendo remarcar que los millones de pesos que se gastaron estos años no se ven reflejados en las calles de esta ciudad. En lugar de engrandecer y de mejorar ha ocurrido todo lo contrario.

Ya no vivimos con la seguridad de antes, con el “no pasa nada”, analicemos ahora qué sucede con el ya gobernador electo. ¿Cumplirá con las promesas que año con año muchos otros políticos no cumplen?

Ojalá se demuestren los resultados esperados para que Mérida no se detenga más.

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